domingo, 19 de abril de 2015

La vida que me gusta una decisión complicada

Después de años de servicio y labor para otros, como se me indicó en mis estudios escolares y de universidad; llegue a un punto en donde sentía que no estaba viviendo la vida que quería, la vida que me gusta sino que seguía un ritmo impuesto o que esta establecido en la sociedad. 

Es el momento en que detienes la marcha y te preguntas ¿qué ocurre?, ¿por qué me siento así? una pregunta que ni tu familia, tu pareja, hijos o el cura de tu iglesia tiene la respuesta exacta.   De allí nace la necesidad de descubrir que es lo que quiero y como obtenerlo ¡no basta! con solo tener la idea exacta sino ponerla en marcha. 

Descubrí que soy un ser que vino con un objetivo especifico a este planeta, que no soy un accidente, ni la peor persona creada en la vida. Que cometí errores que aún sigo resolviendo, tome algunas decisiones que me llevaron al fondo del lodo, que si me hubiera quedado allí más tiempo, hoy en día, no estaría escribiendo estas líneas. Otro de los descubrimientos es que no era la única que pasaba por problemas de existencialismo gran parte de la humanidad vive un eterno "Armagedón" con su actual existencia.

Cambios de trabajo, vida personal complicada, me quieren o no me quieren, nadie me comprende, soy tan sensible, porque nací en esta familia, en este país, estoy sola o solo etcétera.

Reflexionando un poco descubrí varias escuelas de conocimiento que me proporcionaron los elementos para vivir mejor. Encontré un sendero que recorrer, lo escogí y decidí  aprender tanto como mis capacidades me permitieran. De allí que inicie un tránsito más ordenado y consciente de lo que quiero y no quiero.

Borre varias programaciones que solo eran un peso en mi vida y me hacían sentir mal, aprendí a decir que No, cuando realmente eso era lo que pensaba y sentía. Pero sobretodo a "vivir con mis ideales de la vida" porque así lo escogí y no porque la sociedad, la familia, el entorno te lo imponga. ¿Es fácil? No, por supuesto que no. Tengo mis altas y bajas que siguen apareciendo, los errores del pasado como cuentas pendientes, pero ahora tengo algo a mi favor es la experiencia y una gran cantidad de conocimiento espiritual y personal que me dan el impulso y ánimo para no rendirme y continuar.

Tal vez no he alcanzado el 100% de la plenitud sobre la vida que quiero vivir, pero de algo estoy segura ya empece su trayecto, me gusta lo que estoy haciendo, me gustan las decisiones que estoy tomando.

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