lunes, 13 de julio de 2015

Cuerpos hambrientos una nutrición deficiente


Un tema que desde hace unos pocos años para acá ha llenado de interés mi mente es la nutrición__y es que existe mucha tela que cortar en este tema debido a lo que experimente en varias etapas. Por eso lo titule cuerpos hambrientos porque de eso se trata de estar muriendo de hambre sin saberlo y ya cuando te das cuenta que tu mala nutrición hizo que colapsara varios órganos del cuerpo entonces estás sujeto a la ingesta de medicamentos que tampoco van a aliviar el dolor.

A los 10 años inicio mi tortura y casi eterna esclavitud, por tener un cuerpo esbelto; ¿a esa edad? _se preguntarán algunos, pues si, desde pequeña viví obsesionada por estar delgada creo que se debió mucho a las comparaciones, mi persona en comparación a mi hermana y primas era grande, muslos gruesos, espalda ancha era la de mayor estatura y mi cuerpo no era el de una típica niña de 10 años parecía de 15 y tal vez no verme como una niña escuálida, delgada como un papel que el viento se la podía llevar genero una serie de traumas y obsesiones mentales que me llevaron a un sendero peligroso con mi cuerpo.


Los maravillosos años 80 son la cuna de mi niñez y adolescencia recuerdo un nuevo canal de televisión que inicia sus operaciones para esos años, su programación era sencilla y con pocos programas pero el que no me perdía por nada del mundo era uno que daban todos los días a las 5:00 p.m. los ejercicios  aeróbicos de unas chicas canadienses, una hora que contemplaba todas las rutinas necesarias para tener ese bello cuerpo esbelto que tenían varias de las entrenadoras que aparecían allí. 

La era de los aeróbicos ¡llego!..

Era la era de jane Fonda, de la Dieta Atskin, el boom de los aeróbicos de alto impacto y de bajo impacto en fin una locura para mantenerse esbelto. Lo único que te pedían es que tomaras agua de esa forma tu cuerpo podía resistir las rutinas de bailes y saltos que se daban en esos programas. El hábito de hidratarme con agua viene de allí, se los agradezco, problemas de riñones e infecciones por la falta de agua no estuvo en mi menú de enfermedades en esa época, ni en la actual.

Según los parámetros de los nutricionistas mi peso debe oscilar entre los 170 y 175 libras eso tomando en cuenta tu estructura, tamaño etc... Es un peso saludable y llevadero para mi cuerpo, peso que llegue a tener, porque pese 175 libras con todo ese bombardeo de tener un cuerpo delgado. Ahora, aquí es donde las cosas no empiezan a embonar en el sistema. Si tenía el peso ideal, ¿por qué no lo mantuve? ¿cómo llegue a tener un cuerpo hambriento? .

En el proceso de tener un peso ideal muchas cosas pasaron en mi vida, situaciones que generaron un ser resentido y con odio al cuerpo que tenía y a todo el sistema que me absorbio tiempo y dinero. Vive la ilusión de verme como esas chicas canadienses con esos cuerpos que son el resultados de un estricto régimen de alimentación y ejercicio. No era de vez en cuando, todos los días me ejercitaba cuando el aeróbico no cumplía su objetivo, las pesas minaron mi cabeza___¡oh si! estomago plano y musculoso eso me apetecía aún más. Recuerdo que la lucha de mujeres de la WWF era una afición para esa época, verme como Chyna o Lita y otra más que no recuerdo su nombre eran mis nuevos ídolos a copiar, por supuesto en ese entonces.

Una combinación de aeróbicos y pesas que si los sumamos juntos eran unas 2 horas diarias que tenía de este régimen descansando solo los domingos, tuvieron sus frutos un cuerpo fuerte, corpulento, a todas luces parecía haber obtenido lo deseado, este proceso duro seis meses hasta que la matricula del gimnasio subió y a los pocos meses cerraron. Estudiando en la universidad y con muy poco dinero mantenerme en un gimnasio era un poco difícil. Aún así necesitaba alcanzar ese cuerpo ideal, fue cuando mi cuerpo fue sometido a otros tipos de tratamientos para tenerlo ideal.

Un tratamiento no basta, los quiero todo...

Poco a poco ahorraba dinero para dar paso a las estéticas, la mesoterapia, vacunterapia, vendas frías o calientes, saunas y masajes reductores, faja, yeso, vendas llegaron a mi mundo.  Todo sin excepción pasaron por mi cuerpo, en una de las estéticas la propietaria me prohibió seguir las pesas y aeróbico debido a que le daba mala fama a su local en vez de salir una chica con un cuerpo refinado y esbelto tenía el cuerpo de una luchadora y parecía más un hombre que mujer.

Pero la dueña del local no fue la única en hacer un comentario sobre mi aspecto masculino, mi madre me suplico que dejase de levantar pesas porque mi cuerpo se veía grotesco. ¡no sé porque no me inscribí en un concurso de mujeres que levantan peso, bahhh!...

Deje la rutina que por un año me había llevado a tener un cuerpo escultural pero no me parecía a las bellas canadienses que hacían ejercicios cuando era niña, mi mente albergaba la idea de en algún momento verme como ellas. Estaba matando al cuerpo con todas las dietas y ejercicios; votando el dinero en varias estéticas para parecerme a un sueño y por supuesto estaba mil años luz de hacerme una cirugía plástica o reconstrucción siendo esa la modalidad ahora. 

Años y Años de frustración y de nunca lograr mi meta: "Tener el cuerpo soñado por mí" no me interesaba aceptarme o amar lo que tenía, se trataba de ser un prototipo totalmente distinto al que la naturaleza me ofreció. 

Odie mi cuerpo y cada parte tenía un arreglo desde mi perspectiva mental, tenía que verme como esa o aquella chica. El estomago de una, las piernas de otra, los senos de ella, los ojos así, es como si lo que era no me gustaba para nada. Autoestima por el suelo y todo el tiempo invertido no sirvió para nada, pasaron los años y pasado los 35 años me llego un sobrepeso pase rápidamente de 175 libras a 210 libras. ¡Me odio aún más!....... Esta historia continuara...

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